Pues nada, la vida sigue y a pesar de que no todo funciona como uno quisiera, la vida sigue:
Hoy,
27 de Octubre descubrí, a través de un ultrasonido, que hay una vida
esperando que yo dé lo mejor de mí, descubrí que ahora lo que haga, me
afecta no solo a mí, sino a un tercero, descubrí que lo que deje de
hacer afectará a mi hijo o hija, afectará la forma en que me vea y
afectará la forma en que yo le dé la cara.
Aprendí,
después de escuchar su corazón, que ya no soy solo yo, sino que somos
dos y que lo que haga afectará a lo que él o ella sea.
Te
quiero compartir esto, te quiero compartir esta alegría, que todavía no
tiene nombre, pero que es parte de mí y que de hoy en adelante será
sinónimo de lo que soy y que no podrá decirse mi nombre sin insinuarse a
esa nueva vida y no podrá mencionarse a esa nueva vida sin que se
refiera a mí, no podrán separarnos aún cuando yo sea ceniza y mi carne
sea futuro y a la vez nada.
Y sin caer en
sentimentalismos, te quiero compartir que hoy mi vida ha tomado otro
rumbo, una vida nueva me configura, y quiero compartir contigo que mi
nombre tiene dos significados, el simple que es mi vida, y el hermoso
que tiene a un ser hermoso esperando a ser uno conmigo, por mí y para
mí.
Un suspiro para todo el potencial que encierra a ese ser que me permitirá alcanzar la mejor versión de mi mismo.
A 27 de Octubre del 2017.
Gracias por ser parte de mi vida y compartir esta bendición conmigo.
José de Jesús Ruiz Esparza Meillon (lo que sea que eso signifique)
No hay comentarios:
Publicar un comentario