sábado, 10 de febrero de 2007

Será mejor irnos...

Jamás hubiera imaginado que los fantasmas padecieran tristeza...

Como no te imaginas

Yo a veces también pienso en las cosas que hice y todas las que dejé de hacer. Por ejemplo, tu muerte... Me hubiera gustado no matarte. Pero ahora que agonizo he de decirte las cosas tal y como sucedieron.

Yo sabía que tu eras mi padre, sabía muy bien que nos habías abandonado por conveniencia, eso lo supe por que de niño fui muy curioso, una pregunta no respondida a tiempo me obligo a buscar mi verdad. Fue por eso que decidí buscarte, jamás tuviste tiempo para mi madre, y en cuanto supiste que estaba embarazada la golpeaste, como si fuera su culpa, como si estuviera enferma, como si eso que cargara te diera asco... No, no digas nada.

...

En fin, pasaron los años y fue mas mi odio hacia ti. Yo lo que quería era hablar contigo conocerte, pero jamás accediste, así que ese niño se cansó, se convirtió en un hombre resentido. El robo a tu casa fue el pretexto, aunque estoy casi seguro de que algo dentro de mí quería que las cosas sucedieran de este modo. Tenía que matarte, de no hacerlo jamás podría estar en paz.

Los otros dos me acompañaron por la idea del robo, el poder quitarle a alguien tan poderoso era atractivo por sí sola.

Ahora las cosas comienzan a tener sentido. Ahora entiendo esa mirada al momento de matarme, no era una mirada agresiva, era la mirada de aquel que termina algo, si, era una mirada de satisfacción.

Tomé tu diario para saber mas de ti, y me dí cuenta de que quien quería alejarme de ti, fue mi madre, ella decía que al buscarte sólo respondías que no deseabas saber de mí, que no tenías tiempo. Pero por tu diario sé que buscaste darnos un mejor futuro, pero ella te engañaba, y aún ante tu disposición de estar con nosotros ella te dejó.
Ahora sé que realmente las cosas en las que creí no eran verdad. Me dí cuenta de que las cosas tienen un trasfondo, algo que no podemos confirmar o desmentir sino tenemos todos los datos.

Ahora sé que estas aquí no para juzgarme ni atormentarme, sé que has venido a pasar el tiempo que siempre te reclame, pero que reclamé a la persona equivocada.

Si hubiera sabido que esos tres jóvenes me iban a matar, hubiera puesto mas atención a los detalles, pero sobre todo hubiera hecho las cosas que dejé de hacer, hubiera buscado a mi hijo, hubiera pasado mas tiempo con mi esposa, hubiera buscado reconciliar la relación, no por mí, no por ella, sino por mi hijo.

Pero ahora que estoy muerto no tiene mucho sentido lamentarme, no tiene sentido pensar en lo que dejé de hacer.