martes, 23 de diciembre de 2008

Forjando nuevos recuerdos

Recuerdo aquellas chacharas "cultas" hasta el amanecer, recuerdo con gusto las aceitunas degustadas mientras criticaba el extremo equilibrio, recuerdo los acordes errados debido a Baco y su escencia.

Recuerdo las noches frías buscando ña escencia de la vida. "quizá somos cerebros en frascos..." "Están pensando allá abajo", o quizá decían, "allá arriba..."

Recuerdo las barreras que me impusieron, recuerdo las críticas que ahora me configuran. Recuerdo las pláticas sobre libros que ahora no recuerdo por lo mismo, por no compartír con nadie.

Recuerdo aquellas noches bebiendo cerveza, pidiendo no ponernos a discutír quién había hecho que...

Recuerdo aquellos días en la universidad, hablando de cosas que no parecían tener sentido, pero que ahora entiendo.

Recuerdo muchas cosas con gusto, las extraño, pero no me aferro a ellas.

Navidad...

Se acerca navidad, algo que a mí, ya no me resulta tan especial.

Quizá por que en un tiempo lo significó todo, a lado de mi madre, adornar el árbol, siempre igual y sin embargo cada año era distinto, cada año encerraba un misterio.

Ahora, ante la perdida, la Navidad me deprime, pero creo que es una manera de no buscar cosas nuevas, de no buscar nuevas alegrías, y qué si ya no es lo mismo, que maravilla, que bueno que las cosas no permanecen, yo no permanezco, yo no soy sino algo efímero, por que anhelar que las cosas permanezcan. Ese es mi error.

Sólo quiero desear lo mejor y dar lo que me cuesta cada día del año, no sólo en Navidad, pero dejando a un lado los pretenciosos clichés, no es que quiera guardar el espíritu navideño en frascos para abrir uno cada mes, no sólo quiero la fortaleza de poder dar sin esperar nada a cambio, ese es mi deseo navideño.