domingo, 15 de enero de 2017

Far away


Me pregunto qué estás haciendo en éste momento que ya es pasado. Momento que ya es olvido. 
Me pregunto qué es de tu olvido.
Me pregunto cuándo me olvidaste tú a mí. 


Un domingo de mercado.

Mercado
  
El bullicio se empuja a codazos contra los aromas, ambos quieren ocupar el todo, mientras que los incautos se sorprenden al momento, llevan un paso lento y miran con asombro cada uno de los puestos, estorban a los que con prisa se dirigen al siguiente puesto, con una lista imaginaria en la cabeza, algunos gustan de desayunar antes de las compras, otros al final, como recompenza. 

Los gritos aturden a los marchantes y atraen a algunos transeúntes, el medio día sabe a gorditas de chicharrón, quesadillas de tinga, sopes con crema y salsa, tacos de barbacoa, caldo de gallina, huaraches, tlacoyos, tacos de cecina, natural y enchilada, jugos, choco miles, platos de fruta con limón y chile piquín, elotes, esquites, tacos de costilla, pastor y suadero son los menos, pero también hay. 

Salir cargando el botín y de ahí a casa, a continuar un domingo más.

miércoles, 11 de enero de 2017

Rueda de la fortuna.



Se alcanza a ver la ciudad por encimita
los niños comen palomitas o algodón de azúcar
algunos se embarran de mayonesa y chile los bigotes
los que comen salchichas son los menos, 
en el pueblo son patitas de pollo, 
en las grandes ciudades son banderillas
hay nachos 
juegos de canicas 
y de globos

Los niños corren a pesar de que los padres gritan
las filas son interminables, 
pero bien lo valen cinco minutos de dar vueltas
algunos dan vueltas dentro de unas tazas
algunos en carros chocones
algunos en la rueda de la fortuna
algunos miran la ciudad desde arriba
en medio de la noche se confunden
los olores
los colores
los sonidos
la música pareciera ser una
la cumbia
la salsa
el reggeatón
el rock urbano
todo flota en unidad
y se queda pegado en la plasta de esmog
antes de salir hacia la atmosfera
viaja miles de años como onda
y llega como un susurro
una risa rompe el silencio 

lástima que no haya nadie
en éste planeta
para escuchar
tu risa de niño 
al vivir un día de feria.
 

martes, 10 de enero de 2017

Un viaje

El sol nos estuvo siguiendo durante un buen rato
a veces el camino nos obligaba a escondernos, 
pero el siempre nos encontraba
y casi siempre estuvo del lado izquierdo
siempre viéndonos desde allá arriba 
es extraño que incluso en sueños haya cierta lógica
íbamos camino al pueblo de mi papá
a dar la noticia
pero nunca llegamos
el sueño terminó cuando mi abuela salió a recibirnos
quizás porque nadie quiere dar esas noticias
y menos a una madre

El camión iba lleno,
pero yo iba sólo en mi asiento, hasta atrás
en ocasiones se escuchaba música
de tríos, 
siempre tríos,
a lo lejos se veía una cabaña que pintaba el cielo
con la línea negra que expulsaba su chimenea
y poco a poco
el cielo se puso gris
y todo se torno blanco y negro

En ocasiones yo escribía
cosas que he olvidado
en ocasiones leía
a veces simplemente veía por la ventana
como el mundo se desplazaba a nuestro lado
los árboles avanzaban tan rapido
que eran sólo manchas
los cerros se movían despacio

En algún momento todos cantaron
una canción que tenía la letra impregnada de nostalgia
de recuerdos y de olvido

Cuando desperté sonaba un radio
una estación AM dejaba sonar una canción ranchera
no supe qué estación era, 
hace años de eso
y casualmente soñé que iba en ese viaje




lunes, 9 de enero de 2017

algún día

"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas."

Divagación.

Temprano en la mañana, en la madrugada, salió un camión, junto con muchos otros. Pasajeros lo abordaron con sueño, con ilusión, con miedo, con esperanza, con incertidumbre, con resignación, con alegría, con fe.

Algunos van a ver a su familia, algunos van a visitar a algún enfermo y rezan por tener tiempo, algunos comienzan un nuevo proyecto, algunos se van porque no les queda de otra, algunos se van porque los han corrido, algunos regresan, algunos huyen, algunos son llevados, algunos recordarán este día como el comienzo del resto de su historia, algunos sonríen al ver la ciudad quedarse atrás, algunos se emocionan por lo que viene, algunos se quedan pensativos con la mirada perdida en la ventanilla, algunos apenas se acomodan, comienzan a dormir, algunos no pueden conciliar el sueño, algunos escapan de viejos demonios, sin saber que los llevan con ellos, algunos van en busca de viejos amigos, algunos pretenden encontrar el amor de su vida, algunos tienen fe en que el nuevo lugar les dará trabajo y sustento, algunos sólo quieren escapar, algunos no pertenecen a éste plano, pero nadie se da cuenta, algunos sólo irán de fin de semana, algunos jamás volverán, algunos encontraran todo lo que buscan en este viaje, algunos sólo cambian de espacio, pero no de realidad.

Mientras dormías la realidad seguía su curso, otros seres que incluso no concibes como realidad, continuaron con su vida y tomaron decisiones, comieron, defecaron, respiraron, existieron, fueron. Seres que sin quererlo afectan nuestra realidad, el estornudo del viejo retrasará el camino de la señora que se ha hecho a un lado y por evadir al señor, ha cambiado su curso de forma mínima, causando que el joven con prisa que venía detrás de ella se tenga que frenar de forma abrupta, retrasándolo unos segundos,  causando ese retraso que no alcance a  abordar el vagón de metro y por tanto tendrá que esperar al siguiente y entonces se cruzará de frente con esa joven que ahora le sonríe, compartirán un café y a partir de ese momento la realidad se afecta de tal forma que los hilos de plata que nos sostienen a cada uno, vibran de tal forma que esa vibración llegará hasta ti y tendrás que esperar veinte minutos a que pase el micro y no los acostumbrados cinco minutos, y todo porque el joven chofer, encontró el amor de su vida gracias a un estornudo.

Somos motas de polvo que se entretienen flotando.

domingo, 8 de enero de 2017

recuerdos

A veces mis recuerdos vienen en blanco y negro
a veces vienen sin sonido, cual película muda, y tengo que imaginar los diálogos y entonces no es una película, sino un test proyectivo
a veces son recuerdos de cosas que nunca viví, acaso recuerdos ajenos o simplemente, recuerdos que hurté de alguien más interesante
a veces repito una situación y sólo cambia el desenlace, en ese momento soy capaz de decir no o soy capaz de hablar por mi mismo
a veces no son recuerdos, son imágenes que desfilan sin sentido, son un rato de ocio
a veces veo tu rostro y sonrío
a veces la nostalgia se acurruca en mi garganta y no puedo hablar
a veces las lágrimas inundan mis ojos
a veces
solo a veces mis recuerdos son míos

y no del olvido

sábado, 7 de enero de 2017

ventana al mundo exterior/interior

Algunas ventanas son más bien puertas

a la imaginación
a los recuerdos
a la vida de los demás
a la rutina de los demás
a lo que nos sucede
a lo que nos rodea
a lo que podríamos ser
a lo que no nos gusta de los demás
a la lluvia
al mundo exterior
al granizo
al viento
al polvo
sobre todo al polvo
a la música del vecino
al ruido del mundo
al cielo
a una nueva perspectiva


viernes, 6 de enero de 2017

diario acontecer.

El verdugo llegó a casa cansado, había cortado veinte cabezas.

Abrazó a su hijo y lo cargó a pesar de que le dolían los brazos. Jugaron a la pelota hasta que el sol se cansó y los dejó en el patio de su casa, ellos se quedaron riendo una hora más, hasta que madre les pidió que se metieran, pues estaba haciendo frío.

Ellos entraron con alegría y vieron el pollo rostizado que madre había cocinado y comieron con emoción. Platicaron con la boca llena y se hicieron comentarios graciosos que a todos agradaron. Madre alentó al hijo a que le contara sobre las cosas que había hecho en la escuela y que hacía rato le había contado a ella.

Todo era felicidad, hasta que el niño se relamió el labio y le preguntó a su padre, ¿cómo te fue a ti en el trabajo, padre?

jueves, 5 de enero de 2017

Ideas.

Todos son una proyección de la psique,  nada es real,  es una creación de tu mente.


Las miradas perdidas saturadas en un vagón del metro, deseando no estar ahí, soñando siempre con el futuro o angustiándose con el pasado.
Enfrentas al grupo de autómatas y te dejas llevar por el colectivo que te empuja con violencia hacia adelante, hacia la nada, hacia la próxima estación.   Se respira inconformismo y humanidad, los codos presionan la panza de alguien y los sobacos siempre se las arreglan para presionarse contra una nariz que nunca puede voltear lo suficiente.

Bajas de la misma forma en que subiste, a empujones. La nada que es la rutina empuja la voluntad de todos aquellos que parecieran no querer moverse y que se dirigen a la salida, o a la ilusión de una salida.

El frío te golpea el pecho y se mete a tus pulmones como el amigo que era como un miembro de la familia, se rasca la espalda con los alveolos y se ensucia los pies en la nicotina que hace años te hizo sentir hombre a tus insípidos dieciséis años y se larga sin decir adiós.

Los pies retumban en las madrigueras de las ratas, que a esta hora ya están disfrutando del botín de la noche y listas para esconderse y salir sólo hasta que sea seguro y comparten, sin saberlo una rutina.

Un día más pasa sin saberlo y sin darte cuenta han pasado setenta años y entonces al mirar las manos arrugadas que antes te obedecían sin chistar, ahora bailan un vals silencioso y son torpes y lentas y a veces sueltan las cosas y te desespera verlas así, pero más te duele ver los zurcos que ha dejado el tiempo en tu rostro, los pequeños canales por donde se deslizaron tantas lágrimas y el cabello que ha abandonado el barco, como todas aquellas ideas grandiosas que tenías y que ahora no están y se ven distantes y parecen ser nada.

Ahora eres nada, un engrane oxidado que no le sirve más al sistema y que ya no produce, eres un ser que vive del recuerdo, a falta de la capacidad de forjar nuevos momentos memorables.

Suspiras, pues sólo entonces te das cuenta que repetir una rutina durante años, no se puede llamar vida.


miércoles, 4 de enero de 2017

Me, Myself and I.

En mi sueño me conocí a mi mismo, me presentó un amigo en común y tuvo que retirarse por un momento, pues necesitaba hacer una llamada. Fue un momento incomodo, no supe qué preguntarme para romper el hielo.

Me resulté pedante y pretencioso, en mi silencio vi una muralla. Entonces encendí un cigarro, es decir, aquel que soy y que estaba frente a mí, encendió un cigarro y comprendí que ese yo, era el yo que fui, un yo que se destruía lentamente y que tenía pensamientos suicidas y que vivía como victima y que pretendía ser malo para evitar descubrirse humano y por tanto, frágil. Y entonces comprendí, me sonreí y me ofrecí una palabra que encerraba amistad y camaradería.

Al cabo de unos minutos regresó nuestro amigo en común y le vi el rostro lleno de alegría al ver que convivíamos en paz, y como no iba a alegrarse, ese amigo en común era el yo del futuro, ese que seremos, y se sintió aliviado al ver que podíamos convivir en paz y que por fin, nos habíamos perdonado.


Reímos toda la noche y nos contamos anécdotas, cada quien desde su perspectiva, a mí, al yo de presente, me despertó una carcajada.

martes, 3 de enero de 2017

De lo primero que nos damos cuenta es del silencio. No hay nada más. Poco a poco comenzamos a tener conciencia de nosotros. De nuestro cuerpo, sin quererlo, sin buscarlo, nos vamos dando cuenta de nuestras extremidades. La sensación que produce un pequeño roce en la piel. La manera en que nuestros dedos se mueven a nuestra voluntad. Somos dueños de nosotros mismos. Poco a poco nos movemos con mayor soltura, comenzamos a tener mas noción de nuestra capacidad. Gradualmente sabremos nuestras limitaciones. Es entonces que comenzamos a sentir una presión en el cuerpo. Nos sentimos ajenos al lugar en el que nos encontramos. La luz lastima nuestros ojos, que hasta ese momento estaban cerrados. Nos cuesta abrirlos, pero duele cerrarlos. Nuestros pulmones reciben un fuerte golpe, el aire que hasta hace poco no necesitabamos, desde ahora será vital. El silencio deja lugar al alboroto. Ahora que hemos sido expulsados del útero, poco a poco, comenzamos a morir.

Nostalgia

La nostalgia se acumuló en la garganta impidiéndole hablar al verla. Tantas cosas que quería decirle y lo único que pudo hacer fue llorar como niño.
Así son los sueños nos ponen en situaciones que deseamos pero que no podemos controlar.
Las imágenes van desfilando una a una de manera que se sobreponen unas a otras, a veces cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde y no entendemos el espectro completo de lo que sucede frente a nosotros, pero a veces cuando nos tomamos el tiempo para ver, quisiéramos que las imágenes se difuminaran al instante y su constancia fuera un borroso elemento en el que todo es uno y a la vez nada, como en los sueños...

lunes, 2 de enero de 2017

Raíces

Decidió extender sus ramas al cielo, para poder sostener las nubes.

Dejar ir.

El fracaso ajeno sólo lo celebra quien fracasó antes.
O el débil mental, que en ocasiones es el mismo, siempre con su disfraz de víctima.

Eva.

Cuando dios molesto preguntó quién había tomado el fruto del saber, Eva se adelantó un paso para proteger a su compañero, pues lo amaba, y sin dudarlo dijo yo.

De ahí en adelante la historia es la misma, pero ese detalle explica mucho mejor lo que hoy nos sucede.

domingo, 1 de enero de 2017

Sol. Dusk. Farewell.

El sol se fue sin despedirse
lo vi ocultarse detrás de un edificio y de ahí siguió bajando, se ocultó detrás de esa línea, que resulta que no es una línea y que llamamos horizonte
ahora se asoma por otro lugar
uno que ni siquiera imagino
y personas que nada saben de mi despiertan y cierran las cortinas pues es bien sabido que en las fiestas, él es el último al que se quiere ver
su paseo es interminable y lo que llamo vida es para él un parpadeo
soy nada para él y para mí, es en ocasiones, todo
es todo en aquellas ocasiones en que temblando de miedo deseo que la luz se lleve aquella sombra que acecha mi sueño
es todo cuando enfermó siento que la vida se me va y al ver la luz amarilla abriéndose paso entre la penumbra de éste hospital, me da la ilusión de comienzo y siento que si ha comenzado un nuevo día, yo podría bien vivir un día más
es todo cuando emocionado, cual niño que era, esperaba su presencia para poder salir a jugar y lo extrañaba cuando se iba, sabiendo que lo volvería a ver, pero sin querer despedirme, pues era mi amigo
es todo cuando planeo mis vacaciones y deseo pasar un día recostado en la arena, entonces no me molesta su presencia, entonces le sonrío y no lo odio, como cuando espero a que avance el tráfico
es todo cuando cuando comienza el día y nos da sentido de orden, rutina, tedio
es todo cuando por fin termina la tormenta y entre escombros hay que buscar a nuestros familiares. 

El sol se fue sin despedirse, creo que aquí estaré mañana, 
o al menos eso espero
eso deseo.
 

Greetings

En mi afán de escribir, no sólo abrí un blog, sino que me inventé un par de lectores, para los cuales en ocasiones escribo y les dedicó un par de líneas.
Para esos ojos curiosos, mis lectores ficticios que son tan reales como mis demonios y para mis lectores reales, en caso de que los hubiera, por irreales que sean, una disculpa por la imperceptible ausencia.