domingo, 16 de marzo de 2014

Donde vivo.

Vivo en barrio pobre, donde la gente rehuye la mirada, donde los perros se sienten dueños de la calle, donde los niños juegan en medio de esta y le mientan la madre a los carros que interrumpan el partido, donde los hombres hablan con voz baja y extienden la mano para pagar antes de recibir la mercancía para así demostrar que no mendigan, donde los jóvenes monean en la esquina, donde las mujeres miran con envidia a las otras, donde uno puede caerse y casi nadie le ayude, pero todos mirarán seguro. Vivo en un barrio pobre, donde hay tianguis junto a la iglesia, donde la fruta se vende barata, donde las gorditas y pambazos conforman la dieta diaria, donde la tortillería vende salsas, arroz y frijoles, donde una vez que te conocen te invitan un taco cada vez que les visitas, donde las fiestas terminan al amanecer sin importar quien trabaje el lunes, donde hombres sueñan con un mejor futuro, donde no es cuestión de si la niña se embarazó, sino cuando, donde la espiritualidad lo inunda todo, donde la virgen se encuentra en cada esquina con fotos de personas que ya no están y hombres y mujeres por igual se hincan ante ella para persignarse y al hacerlo dejan entrever el tatuaje de una santa muerte, donde las veladoras se encienden a cada paso que dan, una entrevista de trabajo, un viaje, para acompañar un éxito, un fracaso, para atraer la salud al enfermo, para guiar la mano del joven estudiante de medicina que ha de suturar la herida causada por el vidrio del envase de una caguama.
Donde una pequeña llama pretende iluminar a todos.

Barrio donde la gente se enajena frente a la televisión y se olvida de pensar, donde los niños imitan a los narradores de deportes y al jugar fútbol se hacen llamar como la figura momentánea de la selección, donde los padres llaman pendejo a su hijo pues así los llamaron a ellos, donde los niños responden que hueva cuando se les  pregunta si les gusta leer, donde el mar es solo una idea y donde muy pocos han confirmado su existencia.

Vivo en barrio y a pesar de su aspecto no es uno de los más pobres.

Vivo en barrio, donde a veces no hay para comer, pero eso que no hay con gusto lo comparten con quien tenga hambre, donde la música inunda las calles y los colores hacen lo mismo en día de tianguis, donde hay gente que trabaja con el deseo de darle lo mejor a su familia, donde la gente llora, sufre, ríe y sangra como cualquier otra persona del mundo, pero que debido a las circunstancias rehuyen la mirada, desconfían incluso de la familia, van por la vida acostumbrados a que los vean feo, por eso se anticipan y son ellos los que ofenden primero, los que faltan al respeto, no tienen tacto social pues en el barrio un puñetazo dado primero sirve más que un por favor o un de nada, incluso que un con permiso...

Vivo en barrio pobre y aunque no me define, forma parte de lo que soy y me enseña día a día a comprender mejor lo que somos. Me ayuda a comprenderme mejor.

Comienza a vivir.

-El tiempo se acabó
Fue lo que dijo el doctor y solo entonces comenzó a vivir...

Donde vivo.

Vivo en barrio pobre, donde la gente rehuye la mirada, donde los perros se sienten dueños de la calle, donde los niños juegan en medio de esta y le mientan la madre a los carros que interrumpan el partido, donde los hombres hablan con voz baja y extienden la mano para pagar antes de recibir la mercancía para así demostrar que no mendigan, donde los jóvenes monean en la esquina, donde las mujeres miran con envidia a las otras, donde uno puede caerse y casi nadie le ayude, pero todos mirarán seguro. Vivo en un barrio pobre, donde hay tianguis junto a la iglesia, donde la fruta se vende barata, donde las gorditas y pambazos conforman la dieta diaria, donde la tortillería vende salsas, arroz y frijoles, donde una vez que te conocen te invitan un taco cada vez que les visitas, donde las fiestas terminan al amanecer sin importar quien trabaje el lunes, donde hombres sueñan con un mejor futuro, donde no es cuestión de si la niña se embarazó, sino cuando, donde la espiritualidad lo inunda todo, donde la virgen se encuentra en cada esquina con fotos de personas que ya no están y hombres y mujeres por igual se hincan ante ella para persignarse y al hacerlo dejan entrever el tatuaje de una santa muerte, donde las veladoras se encienden a cada paso que dan, una entrevista de trabajo, un viaje, para acompañar un éxito, un fracaso, para atraer la salud al enfermo, para guiar la mano del joven estudiante de medicina que ha de suturar la herida causada por el vidrio del envase de una caguama.
Donde una pequeña llama pretende iluminar a todos.

Barrio donde la gente se enajena frente a la televisión y se olvida de pensar, donde los niños imitan a los narradores de deportes y al jugar fútbol se hacen llamar como la figura momentánea de la selección, donde los padres llaman pendejo a su hijo pues así los llamaron a ellos, donde los niños responden que hueva cuando se les  pregunta si les gusta leer, donde el mar es solo una idea y donde muy pocos han confirmado su existencia.

Vivo en barrio y a pesar de su aspecto no es uno de los más pobres.

Vivo en barrio, donde a veces no hay para comer, pero eso que no hay con gusto lo comparten con quien tenga hambre, donde la música inunda las calles y los colores hacen lo mismo en día de tianguis, donde hay gente que trabaja con el deseo de darle lo mejor a su familia, donde la gente llora, sufre, ríe y sangra como cualquier otra persona del mundo, pero que debido a las circunstancias rehuyen la mirada, desconfían incluso de la familia, van por la vida acostumbrados a que los vean feo, por eso se anticipan y son ellos los que ofenden primero, los que faltan al respeto, no tienen tacto social pues en el barrio un puñetazo dado primero sirve más que un por favor o un de nada, incluso que un con permiso...

Vivo en barrio pobre y aunque no me define, forma parte de lo que soy y me enseña día a día a comprender mejor lo que somos. Me ayuda a comprenderme mejor.