martes, 31 de mayo de 2016

Proyección.

Como muchos, salí con prisa en la mañana y entre empujones me abrí paso entre el millar de almas que se transportan en un cuerpo efímero, sin saberse eternas.

En medio de la rutina me encontraba cuando al transbordar un ente con prisa me pisó el talón y me empujó la mochila en repetidas ocasiones.

Estuve a punto de reaccionar de forma violenta,  pero me detuve a pensar,  ¿qué cargo en mí, que me molesta y que quiero convertir en culpable a este señor?

En eso pensaba cuando me hice a un lado y de la forma más educada le cedí el paso, cosa que lo tomó por sorpresa pues claramente ya tenía un improperio en la punta de la lengua pero a cambio sólo tragó saliva y expulsó un gracias sin ganas.

Ocupé mi mente en aquello que me había molestado y que quise descargar en el viejo.

Al cabo de un rato me di cuenta que había un pensamiento aferrado a mi psique, un pequeño obstáculo, como si fuera una piedra en el camino,  pero este pensamiento llevaba rato ahí, no lo había visto pues las telarañas del olvido lo cubrían, pero como todo, terminó asomándose y pudo ser un arrebato de furia, un improperio, pero no. Fui capaz de darle su justa medida y trabajarlo y así conseguir que no fuera piedra que bloqueara  el camino de nadie, sino que se convirtió en capullo y de él una polilla nació.

Espero poder saber reconocer mis defectos en aquellos que no me simpatizan y comprender que son reflejo de lo que soy y que si algo me molesta de ellos, es algo que me molesta de mi.
Espero poder reconocer aquello que me pertenece y poder lograr dejar ir Lo que no me corresponde y trabajar en aquello que sea yo.

Dejar ir.

Sus ojos golpearon el lomo plateado del pez mientras éste nadaba de forma repetitiva y sin gracia, tal como viven muchos, pero él se enamoró y quiso tener para siempre y para sí, ese milagro dorado.

Lo tomó cual niño que era, con prisa y sin cuidado. El pez luchó pero poco pudo lograr cuando el niño lo sujeto aún con mayor fuerza, aplastándolo.

Tardó algunos minutos en darse cuenta de lo que había hecho.

Ser.

Somos los sentimientos comprimidos entre el estado de felicidad y de desesperación.

Somos lo que gritamos cuando estamos molestos con nosotros mismos pero culpamos al mundo.

Somos la sonrisa que no podemos contener al caminar solos en la calle.

Somos el diálogo que sostenemos a solas, donde usamos lenguaje coloquial que algunos confundirían con cinismo.

Somos la idea fugaz que anotamos en un papel.

Somos el poema/cuento/novela/canción que llevamos años mascando con las muelas de la imaginación.

Somos la reacción que despierta un texto absurdo que quiere decirnos lo que somos.

Desviación.

Soy la consecuencia de miles, millones de causalidades.

Desde el inicio de la humanidad una serie de eventos sucedieron para que yo estuviera aquí, alguien sin saberlo, hace mucho tiempo, desencadenó una serie de eventos, o quizás un simple movimiento suyo, o una palabra dicha o una que calló.

La idea de individualidad e independencia es efímera ante este pensamiento, sin embargo tengo individualidad y soy independiente, lo que haga o deje de hacer hoy afectará, sin saber cómo, a muchas personas.

Quizás un encuentro fugaz con alguien o un mensaje enviado que desvía la atención de lo que se estaba haciendo y esos segundos retrasarán una acción y al cumplirla, se retrasará otra o al retrasar la primera se olvide aquello que era tan importante hace unos segundos, causando que la línea de tiempo hasta ese momento trazada, se rompa o mejor dicho, se bifurque en nuevo ángulo casi imperceptible, pero que al extender la línea nos daremos cuenta que no alcanzará el punto previsto.
O en el mejor de los casos esa desviación mínima rectificará el curso y entonces si se llegará al punto que muchos definen como meta.

Quizás al hacerte leer esto he cambiado tu línea de tiempo y por tanto me disculpo.

lunes, 30 de mayo de 2016

Siguiente estación, eternidad.

Unos se empujan para entrar, otros para salir,  unos se desesperan y culpan a otros, los menos, se resignan y comprenden que llegarán tarde, otros pretenden ganarle al tiempo y piensan en una ruta de escape.

Pero invariablemente todos en algún momento llegarán a donde quieren/tienen que ir.

Esperando el metro tuve una revelación sobre la muerte, o tan sólo fue una forma de pasar el tiempo mientras esperaba.

Descanso.

Que en mi funeral hablen sólo aquellos a quienes hice daño, aquellos a los que mentí, aquellos a los que no cumplí mi palabra, aquellos que conozcan oscuros secretos míos e incluso aquellos que se sientan con ganas de calumniarme, así podré irme pronto, pues nadie quiere recordar a los malos muertos.

Iluminación.

A veces buscamos fuera de nosotros, sin saber que ya lo tenemos.

martes, 24 de mayo de 2016

Café para despertar.

Sirvió un café en una taza, esperó a que le despertará, la imaginación y la realidad.
Un poco de azúcar que endulzará el ya de por sí dulce amargo.

A veces leche, a veces no.  A veces un pan,  a veces un tamal.  A veces nada, a veces ni siquiera café. 

Él es la única constante en esta ecuación,  donde tiempo y ánimo son variables y el resultado es la x que se traduce en futuro,  pero que es tan incierta como la y que es el pasado.

El golpeteo de la cuchara suena a un viejo reloj, él es el mecanismo que le da movimiento y aún se pregunta qué es lo que le da cuerda a él.

El ultimo bostezo tiene el sabor a ese sueño que no termina de comprender.

Su perro lo observa con atención, él imagina lo que el animal piensa, "me gustaría perderle el respeto a la comida, así como él".

Poco a poco el yo se adapta a la idea de realidad, al concepto de hoy y entiende que debe de seguir con su rutina y deja de escribir divagaciones acerca de su café.

Existencia.



No vivamos de acuerdo a nuestras limitaciones, sino de acuerdo a nuestras posibilidades.




Lucas.

Para variar un poco las cosas decidí seguir un perro por las calles de la ciudad,  me llevó al mercado y de ahí esperamos un rato afuera de la carnicería,  para disimular tuve que comprar un hueso y fingí que era para mi perro,  cuando terminó de comer me llevó afuera de una escuela, donde después de algunos minutos las madres preocupadas señalaban hacia nosotros, así que tuve que comprar unos chicharrones, iba a escoger unas palomitas, pero un ladrido me corrigió.

Tuve que enseñarle un par de trucos rápido y nos dedicamos a entretener a los niños que salían de la escuela, un salto,  un chicharrón, una vuelta,  otro chicharrón. Terminamos la bolsa junto con la paciencia de las madres. Los niños se fueron y mi guía me llevó a una tortillería, donde se sentó detrás de un señor, quien se sorprendió de la educación del perro, no pude decirle que no era mío, pues la fila avanzó y el dependiente me pidió que me apresurara, terminé comprándole cinco pesos de tortillas que devoró sentado en la acera.

Todavía no terminaba de masticar el último trozo de tortilla cuando reanudó el paso,  fuimos a una pollería donde el dependiente comenzó a cortarle las uñas a media docena de patas que puso en una bolsa, pagué lo que nunca pedí y mi guía volvió a comer.

Pasamos a un parque donde niños se turnaban para rascarle la panzita, yo me senté a hacer cuentas y me di cuenta de que resultaba caro seguir un perro.

Cuando por fin se puso en pie me llevó de nuevo a la calle donde lo encontré vagando, volvió a mear en el mismo poste de luz y a mitad de la calle, se metió en una casa con portón negro, donde una señora barría la calle, al verlo pasar gritó hacia las entrañas de esa casa, "¡ya llegó Lucas!".

Supongo que mi sorpresa no la sorprendió,  ya que sólo atinó decir - "¿ A usted también se lo llevó a pasear joven? "

lunes, 23 de mayo de 2016

Eres todo y nada.



Todo lo que te rodea y lo que está fuera de ti, depende de tus sentidos y de  tu interpretación para existir, sin ti no hay nada y sin embargo la realidad no depende de ti.

Y a pesar de todo esto la realidad no existe sin ti, si no la percibes, no existe.

Estás sólo y todo lo que te rodea depende de ti para existir, una vez que mueras todo dejará de existir para ti

No eres especial de ninguna manera y sin embargo lo eres.

domingo, 22 de mayo de 2016

Entre el loco que afirma ser napoleón y tú que afirmas ser tú, no hay diferencia.





Gracias al Alzheimer fue desterrado del infierno que fue su memoria. Ahora vaga en un bosque oscuro donde nada le recuerda a nadie y donde cada rostro le es ajeno, se inventa historias cada día, una personalidad que vive como propia,  los doctores afirman que el mal es neuronal, pero él es tan sólo el receptáculo físico de todas esas consciencias que por un momento se pierden en la nada del ensimismamiento y que se alejan por segundos del plano de la realidad, él recibe a todas esas consciencias, de todos los universos posibles, quizás la próxima vez que te sorprendas al regresar a tu cuerpo y recuperar la consciencia, él afirmará que es tú y le dirá a todos tu historia, pero no temas, jamás revelará tus secretos.

sábado, 21 de mayo de 2016

Music begging for music.




Bajé unos discos que no he escuchado, muchas veces me miento y digo que no tengo tiempo, pero la verdad es que no he querido hacer tiempo para ellos.

Muchas veces la rutina me da asco, pero a veces me sorprendo rehuyendo  a lo nuevo, a veces quiero quedarme escuchando lo mismo siempre, con la misma rutina hasta el final de los tiempos, pero yo mismo no soy el mismo, mi cuerpo retumba si como lácteos y si cada vez estoy más gordo, las canas comienzan a ganar la batalla por conquistar las colinas de mis sienes que poco a poco la erosión del tiempo las va haciendo más prominente y entonces me sorprendo escuchando la música de hace algunos años, aferrándome, inconscientemente a momentos que ya no están, a unas calles que hace años que ya no piso, rincones que antes eran míos ahora ni me reconocerían.  Quizás siga esa señora en el café ese del centro donde a veces iba a escaparme y siempre me preguntaba si había escrito algo que me gustara, pero nunca se atrevió a preguntarme qué escribía o a pedirme que le dejara ver, o peor, que le leyera algo, siempre mantuvo la distancia y por eso me caía tan bien. 

Y aun cuando repito muchas canciones, hay otras que en su momento repetí hasta el cansancio y lo logré, hoy me cansan y no soporto escucharlas, quizás porque me recuerdan a aquel que fui o porque me recuerdan a viejas traiciones o viejos malestares, pero al final no las soporto más, tengo que correr a adelantarlas y siempre me digo que borraré esa canción o quizás el disco completo, pero siempre lo dejo para después, como si muy dentro de mi esperara que la próxima vez fuera diferente y me diera gusto escuchar esa canción, pero no, es un patrón circular, necesito tener distancia y tiempo, como con aquellos amigos que antes soportabas a diario y que un día te das cuenta de que no los soportas, pero es la fuerza de la rutina la que los mantiene juntos y siempre las mismas preguntas que van mutando despacito con el tiempo, “cómo va el trabajo”, “sigues con x”, “cuándo se casan”, “para cuando el bebé”, “ y no piensan tener otro hijo” y así sucesivamente, siempre lo mismo. Últimamente no he estado muy positivo.

Algunas canciones las sigo disfrutando como aquella vez que las escuché por primera vez, sacando el disco compacto del plástico que inundaba con su olor el cuarto, colocar el disco y presionar la tecla de play y esperar el sonido que iba a acompañarme por los próximos meses, dispuesto a ser repetido con religiosidad a la hora de pasar las tardes, o al momento de hacer la limpieza o de cualquier cosa importante, siempre tomándose el tiempo para escucharlo de principio a fin y sólo entonces decidir cuáles eran los tracks que merecían ser puestos en el top de canciones de tu yo del momento, ese que llegaba a las fiestas con una funda de discos, todos acomodados y siempre revisados cada semana, para poder decir a aquel que estuviera a cargo de la música, “ahorita te pones la 2, la 4, la 6 y la 7 de éste”.

Necesito hacerle tiempo a mi nuevo yo, permitirle entrar ahora que hay tiempo y que puede ser una versión mejorada, no me gustaría que llegará un yo viejo panzón y perezoso, un yo que no tiene tiempo para nada y que no quiere salir.

Ahora mismo voy a escuchar esos discos nuevos.

viernes, 20 de mayo de 2016




Poco a poco nos van llevando al sendero en que todos seamos lo mismo, perder la esencia, por eso ya no hay hi5 ni myspace, porque eran hasta cierto punto personalizables, ahora todo es esencialmente lo mismo, azul con blanco y dar me gusta y seguir hacia abajo hasta volver al comienzo y otra vez darle me gusta a lo mismo del mes pasado pero en diferente contexto.

Pobres de los que pretenden pensar diferente pues los atacan de antisociales o de raros, si no tienes presencia en facebook no existes, tu impacto en el mundo se mide en el número de seguidores y retuits conseguidos en el mes.

La individualidad es algo que poco a poco vamos menospreciando y lo alarmante es que nadie parece darse cuenta, será el día en que todos nos llamaremos brayan o britanny, será el día en que todos trabajemos para una compañía que le pertenece a Disney o a algún otro gran conglomerado de empresas que controla lo que vemos y lo que comemos y lo que pensamos, y sin darnos cuenta seremos parte del veneno que tanto criticamos y al que le damos retuit.

Nos repiten la música que quieren que oigamos, leer ya es una tontería, si tienes el mundo en la palma de tu mano, para qué quieres un libro, eso dicen, pero el mundo en la palma de la mano se limita a facebook y sus regurgitación de sandeces, todas las mismas y sin embargo en imagenes en tonos sepias para que se vean bien en instagram, algunos contestatarios se la pasan en twitter, pero el resultado es el mismo, en el mundo real no hay ningún santo que pueda combatir a los monstruos del senado, o un chapulín colorado que golpee con su chipote chillón a la corrupción, somos todos una gran fuerza que está dormida y por sobre la cual transitan impunemente aquel 1% que tiene lo que a nosotros tanto nos costó conseguir.

Nos dan la ilusión de elección, nos dan de comer migajas y nos explotan por unos centavos y somos felices, mientras tengamos la efímera tranquilidad de tener un lugar donde dormir, no nos preocupa que el diablo use al mundo de papel de baño.


Un día de estos ya no tendremos nada porque luchar, porque nos habremos creído el concepto de vida que nos tienen listo, ese día seremos todos lo mismo, comiendo alimentos que nos envenenan, comprando medicamento que nos mantiene medio vivo, corriendo de casa al trabajo y del trabajo a la casa, para el fin de semana comprar lo que debemos comprar, fumar y beber y consumir y consumirnos mientras aportamos nada, mientras nos convertimos en un efímero ente que come, caga y consume, para ser desechado por el sistema a los sesenta pues ya no es productivo y dejarlo en deuda para que la próxima generación intente liquidarla y al no ser capaz, sufrir una nueva crisis y aferrarse a las pocas cosas materiales que le quedan mientras su alma se cae a pedazos. 



Algunos valientes salen a las calles y levantan la voz, mientras otros les tocan el claxon con la mano que detiene el café de starbucks y les exigen conseguir trabajo. 

Si existe dios seguramente nos preguntará con la cara seria, qué hiciste para mejorar el mundo, yo al menos quiero poder verlo a los ojos y decirle sin temor a represalias, hice lo que pude.