No sé su nombre, si acaso es casado, viudo o soltero. Con insistencia nos ofreció una nieve y por un instante nuestra línea de vida se cruzó.
Me presunto qué será de él, si cumplió sus sueños y si consiguió lo que deseó con fé al comer uvas al son de unas campanadas. Deseo que sí, pero no creo poder saberlo. Y así me ha sucedido con tanta gente en mi vida, de algunos sé si nombre, a otros ni siquiera los mire a los ojos.
Quizás hoy gritó, no sabemos a quien o porque. Quizás ya no vive, quizás se le rompió el corazón.
Tantas personas que existen y uno no se detiene a pensar qué es de ellos y cual es su historia.
Seguro que me cruce en el camino de varios, me pregunto si alguien alguna vez se detuvo a pensar que he hecho, si así fuera le digo, he tenido una muy buena vida.
Soy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario