viernes, 2 de octubre de 2015

Patrón circular.

Viejos y arrugados recordaremos estos días con nostalgia.

Y si resulta que todos aquellos que nos rodean son fruto de nuestra imaginación,  una simple proyección de nuestra psique.  Y entonces debería ocuparnos un poco más o acaso preocuparnos lo que vemos,  pues todo es fruto de nuestro inconsciente.

Ese señor al que juzgamos peligroso y agresivo y esa señora inquisitiva que tanto te irrita o aquél joven pretensioso que no sabe estar solo,  todo es tan sólo una proyección de tu personalidad, un vistazo a lo que eres.

Quizás no soy un ente como tal, sino el universo mismo que proyecta lo que es,  y no hay tal cosa como la realidad, sino una invención que me mantiene entretenido durante los millones de años que dura mi existencia.  O por el contrario, mi vida y existencia forman parte de un colectivo y alguien que cruzó su camino conmigo ayer,  está enumerando mis fallas, sin saber que sólo ve lo que tiene.

No tengo manera de saberlo,  pero estas son las cosas que me entretienen mientras voy camino a mi trabajo o camino a mi casa,  vivo en un patrón circular.

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