jueves, 26 de enero de 2012

Un sueño, no más

Al principio era una fiesta, después cuando entré a una de las recamaras vi que la gente corría desesperada. Huían de un viejo edificio que estaba incendiándose.

Me acerqué para ayudar, y ahí fue donde te vi, estabas de pie semidesnuda, estabas llenando unas cubetas con agua de la cisterna, agachada y cuando te pusiste de pie quedamos de frente, los ojos quedaron al nivel, las narices se rozaban, sólo alcanzaste a decir tímidamente "hola".

Los gritos nos obligaron a posponer el encuentro, yo corría con las cubetas desesperado, pero la desesperación era por terminar con eso y poder estar contigo y ponernos al día.

Cuando por fin logramos calmar la sed de las flamas te busqué donde deberías estar, en la cisterna, pero al entrar a ese cuarto, la imagen cambio por el interior de un nuevo edificio, yo sabía que estabas ahí y que debía buscarte.

Pero cansado de andar detrás de ti decidí despertar.

Quien sabe, quizás coincidamos en esta gran ciudad, otra vez...

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