martes, 24 de enero de 2012

Felíz cumpleaños.

Hoy sería cumpleaños de la mujer que me dio la vida, es curioso cómo pasa el tiempo, ayer jugábamos y me regañaba cuando lo merecía, hoy es un recuerdo, de los más bellos que tengo.


A mi mamá le gustaba mucho ver la lucha libre, un tiempo en que era lo único que veíamos. Le divertía mucho, pasábamos horas viendo televisión.


Me acuerdo que cuando era niño, estando en la primaria, llegando de la escuela, me pedía que le leyera en inglés. Y en la escuela nos habían dado unos libritos de "reading" y uno se llamaba "the bad man", se trataba de un señor que robaba el bolso de una señora, al final lo atrapaban. Y me sentaba yo al pie de la cama a leer, me gustaba, me sentía bien.
También me pedía que le leyera mis libros de texto, para que así yo estudiara, a ella le interesaba la geografía y siempre me pedía que le explicara donde estaba cada estado y cosas de esas, pero la verdad es que siempre me las ingeniaba para leerle cosas del libro de español, recuerdo que venían muchas historias y cuentos, y leía los que me habían gustado en clase, o me adelantaba y leía los que me daban curiosidad, pero aún no veíamos en clase.

Cuando me compraron mi super nintendo me compró el Mario Paint, a mí me emocionó la idea de poder dibujar, siempre me ha gustado dibujar aun cuando me falta el talento. También con el Mario Paint me pedía que le dibujara la república Mexicana, le indicara los estados. El protocolo era siempre el mismo, yo dibujaba una o dos cosas que me pidiera y ya después podía dedicarme a intentar dibujar tortugas ninjas y caballeros del Zodiaco...

No sé a ciencia cierta si esto me ha definido como persona y si estos recuerdos son la base de lo que me configura hoy, es decir, amo leer y dibujar, pero también amo escribir y no sé, al menos no recuerdo, haberle leído ningún texto mío a mi mamá.
Lo que sé es que me hubiera gustado que ella me diera su impresión de lo que ahora hago. Qué opinión tendría de mis amigos de hace años, de los que ahora frecuento y de los que aún ni conozco.

Como todos a veces me siento solo y quiero platicar con alguien, llegar a casa, que se dé cuenta de que no estoy al cien, ella baja a preparar el chocolate caliente yo salgo a comprar el pan dulce, churros y donas para mí, "monjas" para ella, nos sentamos en la sala, le cuento lo que me mortifica, ella escucha, y cuando es momento me da su impresión de las cosas, nunca me da la razón, me exige que vea el problema desde diferentes perspectivas, me ayuda a entender qué es lo que me corresponde y trabajar sobre eso, darme cuenta de que yo no puedo solucionar al mundo, no puedo cambiarlo, pero puedo cambiarme a mí y ese cambio quizás sea la semilla del cambio global.
Entonces nos abrazamos, sonríe y yo la abrazo con fuerza y le digo lo mucho que la quiero.

Es inevitable que como seres humanos cometamos errores, pero siempre se agradece tener el apoyo de aquellos que en verdad te aman, los que saben que la has cagado horrible, pero te dicen con una mano en el hombro, "no te apures, ya veremos cómo le hacemos", en plural, no te abandonan, te empujan cuando crees que no puedes más y cuando las cosas se solucionan, te ven con esos ojos que reflejan ese inmenso cariño y entonces te dicen: "la has cagado bien y bonito! es la última vez que me embarras de tu mierda!" Pero sabemos que es el cariño el que habla, no el coraje...


Y conforme pasa la vida uno va dejando personas a un lado, por conveniencia, por necesidad o porque así lo pide la vida.

Qué pasará mañana, no lo sé.

Tomé mis acuarelas el fin de semana y mientras pensaba en todo esto y pensaba en mi mamá, en mi familia, en mis amigos y en tantas cosas, dibujé algunas cosas que me agradaron, y las tengo ahí en un rincón, quizás algún día las comparta con el mundo, a lo mejor se llenen de moho y se pudran y nadie las vea, quizás días después de mi muerte alguien las encuentre, y si es alguien que me quiere, las atesore y las guarde en una pequeña caja, y de cuando en cuando las saque, las mire una a una y recuerde aquellas cosas que solíamos hacer juntos y mi existencia se prolongue un poco en esos dibujos, y al guardarlas otra vez una a una en esa pequeña caja, un suspiro salga, se eleve despacio y llegué hasta mí, y es entonces que yo guardo silencio y mi madre, mi abuela y mi sobrino y todos aquellos que ya han muerto y amo, guarden silencio y me pregunten qué es lo que pasa, y yo responderé "nada, me pareció escuchar mi nombre..."


Creo que Dios también se aburre, a veces toma sus acuarelas y pone música, es entonces que nosotros vemos auroras boreales.







Felíz cumpleaños.

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