viernes, 6 de enero de 2012

El Globo.


Lo soltó sin querer, y viendo cómo se alejaba para siempre, lloró desconsolado, porque había perdido a su niño. Y es que al ver la ilusión que tenía el infante en él, le emocionó sobremanera.

Y mientras se alejaba vertiginosamente de él, cerró los ojos para entregarse a ese orgasmo que es dar la vida por alguien que uno ama.

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