no quiere hablar por miedo a que sus palabras tengan impacto en la vida de la demás
se imagina sus palabras emergiendo de su boca cual negro torrente que sin control es expedido y en su fluir toca a los demás, los ve cambiar de tono y ese negro que fueron sus palabras los comienza a teñir, cual gota de tinta que le roba la pureza al agua
atormentado recorre las calles y se dedica a escribir, hasta que nota que aquellos que lo leen, tienen las manos manchadas y esa mancha sube despacio hasta sus cabezas
sufre y pasa días en silencio, sin saber qué hacer
pasó tiempo con sus maestros espirituales, el silencio y la soledad y encuentra la respuesta
ahora cuando habla expide un halo luminoso que elimina las sombras en aquellos que toca y la gente lo escucha con atención pues aunque no se dan cuenta, sus palabras los acercan a la iluminación y siembran en ellos semillas de potencia infinita
ahora lo que escribe es también luminoso y esa pequeña llama se eleva por las muñecas y sube por los codos hasta llegar al rostro y manifestarse en forma de sonrisa
ahora no tiene miedo de hablar, pues sabe que sus palabras ayudan
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